Saludos a todos-as. Hace trece meses realicé mi primer intento a esta magnífica cumbre pirenaica. La situación meteorológica complicó sobremanera el objetivo de lograr cima, e incluso convirtió en una odisea el escape rodeando el macizo. Tras aprender la lección, este año era necesario planificar de forma más racional la ruta atendiendo a fechas y situaciones más favorables.
Los madrileños tenemos un serio inconveniente, quinientos kilómetros, al menos, para acceder al pie de estas bellas montañas. Hace falta tiempo, porque ganas sobran, y aquí estamos otra vez en Bujaruelo para un nuevo intento.
Seguimos el GR 11 que asciende por el valle de Ara. Me acompañan Jesus, Miguel y Alvaro. Primero se asciende por pista hasta la cabaña de Ordiso, después por senda bien marcada hasta la cabaña del Cerbillonar. Pasado el encuentro con el valle de Ordiso se desvela el Vignemale.
Tardamos dos horas y cuarto hasta aquí. Hace mucho calor. Nos refrescamos en el arroyo que baja del Recuenco de Labaza, precisamente por donde hay que subir.
Tras cruzar el arroyo buscando la subida hacia la derecha existen unos hitos que guían la ascensión por la izquierda del arroyo. La pendiente hace la marcha muy exigente. Bien es verdad que llevamos peso para acampar lo que endurece bastante el paso.
Salvado el primer tramo analizamos lo que nos queda. Sabemos por otras reseñas que sobre los dos mil trescientos metros se puede acampar. Detrás de nosotros el Barranco de Espelunza
Llegamos a una cascada que se salva por la izquierda, que es por donde va la senda. Aunque en este lugar se difumina y a pesar de que subimos por la izquierda lo hacemos más abajo de la senda lo que nos obliga a un sobreesfuerzo. En la bajada la cogeremos bien.
Una pausa para descansar. Al fondo se vislumbra la senda.
Después de un par de horas de esforzada ascensión alcanzamos la cota 2312. dónde descubrimos el único sitio llano en muchos metros a la redonda. Por la izquierda baja un poco de agua de un nevero en proceso de agostamiento. Este emplazamiento está situado sobre un cantil de unos sesenta metros, bajo el cuál surgen con gran caudal hasta cuatro arroyos que traen las aguas bajo tierra desde lo más alto. Tenemos agua y un sitio llano, aquí dormiremos. Frente a nosotros Otal, Tendeñera a la izquierda, en primer término el esbelto Calcilé, a la derecha la montaña de Panticosa, Brazato, Bacías...
Tras de nosotros, majestuoso, el Circo de Labaza
Madrugamos, aunque no excesivamente, nos ponemos en marcha a las siete y veinte. Nos preparamos
Vamos subiendo por el tubo de Labaza ganando las sucesivas terrazas calizas. En una hora llegamos a la cota 2700, donde encontramos el otro sitio llano de toda la subida. La nieve se hace más continua, giramos a la izquierda y ahí está el Corredor de la Moskowa. Nos calzamos crampones, agarramos el piolet y para arriba. Avanzamos por el corredor buscando un estrechamiento a la derecha donde la pendiente se acentúa. Pasado este ascendemos en diagonal buscando la entrada de una chimenea.
La chimenea muestra dos posibles entradas, nosotros tomamos la de la derecha. Aunque bastante vertical, tiene muchos y buenos agarres, apoyos un poco peor, pero fácil en general. Mucha atención a la caída de piedras.
A la salida de la chimenea hay hitos que nos llevan hacia arriba por un contrafuerte que baja del Cerbillona. Arriba a la derecha ya vemos el collado Lady Lister, por donde ganaremos la otra vertiente.
Montferrat y Tapou a nuestra derecha
Buscamos la diagonal hacia el collado. El nevero esta entrecortado y no nos da mucha seguridad. Decido subir por camino muy incómodo, mucha piedra suelta resbaladiza. Asciendo y luego giro a la derecha a ganar el collado.
Por esta cresta va el camino desde la chimenea.
Detrás de nosotros, puro espectáculo.
Panorámica desde el collado Lady Lister. Magnífico el Glaciar de Ossue.
Subimos al Cerbillona 3247m.
Desde aquí al Pique longue.
Llegamos a la base del Vignemale. Dejamos las mochilas y afrontamos la trepada. Sin ser difícil si me pareció más complicada de lo que se suele decir, sobre todo bajar. Mucha atención a las piedras sueltas, es un peligro real. Vignemale 3298m
Bajamos a la antecima norte para ver los valles franceses. Valle de Gaube, al fondo el lago del mismo nombre. Si agrandamos la segunda imagen podemos ver el refugio de Baysellance.
Montferrat con las montañas de Gavarnie detrás. Espalda de Chausenque y Petit Vignemale. Central y Cerbillona con Miguel en primer término. Por orden, las siguientes imágenes.
Bajamos, y Jesús decide cruzar el glaciar hacia el central, y saca estas imágenes del Montferrat, su marmolera y el recuenco de Labaza.
Clot de la Hunt y Pique Longue desde el Central.
Por el mismo camino que hemos subido bajamos. Toda la bajada exige máxima concentración. El primer tramo bajada con mucha piedra suelta y un patio considerable. En segundo lugar bajada por la chimenea poniendo atención a la caída de piedras. Por último bajar por el corredor por nieve muy húmeda y resbaladiza sobre todo en su parte más empinada.
Marmolera y neveros de Labaza.
Llegamos sin más novedad al campamento donde cenamos y descansamos gozando de tan privilegiado balcón
A la mañana siguiente toca volver para Madrid. Atrás dejamos nuestro bonito dormitorio
Bonita mañana y agradable paseo.
Valles de Ordiso y de Otal.
Llegando a Bujaruelo.
Todo acaba y aún tenemos que recorrer más de quinientos kilómetros hasta casa. Nos queda la satisfacción de haber disfrutado de un fin de semana espectacular de montaña. Adiós y saludos.