El día del padre mis hijas, con gran generosidad, me permiten salir a los Pirineos, y sin poner pegas. El Anie es, bajo mi pobre opinión, una delas montañas más bellas del Pirineo, y a pesar de no tener mucha altitud, domina uno de los paisajes más espectaculares que un montañero mesetario, como yo, puede aspirar a admirar.Me acompaña David, él irá con esquíes y yo con raquetas. Salimos de la estación de esquí nórdico de la Contienda. Bien temprano atravesamos las pistas dirigiéndonos al visible collado de Pescamou, que vemos a la derecha del pico de Arlas.
Collado de Pescamou
Sierra de Añelarra
Desde el collado ya podemos ver nuestro objetivo hacia el sureste.
Avanzamos en esa dirección en constantes subidas y bajadas.
En estas llegamos a un pequeño desfiladero que debemos cruzar girando hacia la izquierda en dirección este.
Nos adelantan varios esquiadores franceses en lo que parece una competición, pues los primeros pasan muy deprisa y los rezagados más despacio, deben de venir de la estación de esquí de la Pierre Saint Martin. Al salir del desfiladero volvemos a tomar dirección sureste, buscando la cara suroeste de la montaña por dónde ascenderé yo.
David subirá por la cara sur siguiendo la estela de los esquiadores. Comienzo a ascender, la nieve esta dura, así que me calzo los crampones. Llegando observo un grupo de personas en la cresta montando seguros, no sé con que fin, cuando de pronto, a diez metros una piedra del tamaño de un balón de balonmano rueda en dirección a los esquiadores. Grito ¡piedra! ¡piedra! ¡pierre! ¡pierre! No debió de pasar nada, pues de nada tuve noticia. Sin dejar de mirar a los que se afanan en la cresta llego hasta ellos y sorteándolos hago cima. Al poco llega mi compañero y admiramos la grandiosidad del Pirineo.
Soum Couy.
Foto de cima.
Petit y Grand Billare en primer término. Detrás del nevado Pirineo francés emerge el Midi d’Ossau.
Desde aquí una vuelta en redondo por el Pirineo
Mesa de los Tres Reyes, Ansambere, al fondo Pedraforca y Lenito
Finalmente el Orhi y el Pirineo vasco.
Desde la cima oteamos el Pico Arlas y el camino por el que hemos subido.
Volvemos por dónde hemos venido, pero con la nieve mucho más blanda que por la mañana. Mapa de ruta del IGN
Dejamos atrás esta bella imagen de la montaña del día
Y eso fue todo lo reseñable. Saludos