Este verano tenía que terminar con un buen sabor de boca, algo relajadito, que ya vale de llevar el anillo de cuero en su mínima expresión con eso del culo prieto.
Pera pera ... music master .. que así mola más ....
Clsicazo ....
Para darle la guinda al pequeñajo, hacer algo que el se vea resolutivo capaz y que se le pueda hinchar el pecho con lo realizado, optamos por ir a la ferrata de Redován. Esta se compones de dos tramos bien diferenciados. Uno primero familiar de una dificultad de K2 con pasos variados y hasta un pequeño desplomillo. Es un parque de aventuras muy chulo.
Se inicia por un primer tramo verticalillo con las grapas cerquita.
Pasamos un poco en travesia por debajo del primer puente que vamos a pasar.
Y ahí vamos.
Pasico a pasico.
Enseguida damos con otro que da la risa. Estos troncos basculan que parece que te vas a dar con todos los dientes en el siguiente. Pero vamos, que cosas peores en el Ponoig pasamos.
El jodio esperando a ver si Mike se desdenta ....
Pasamos por un bonito tramo en travesía
Vamoooooooooooooooooooooooooooooooos .... que aquí no hay roscaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa .....
Y alcanzamos otro minipuente tibetano o algo así. Vamos, que vas con un pié apoyado en un cable.
El equipamiento es de lo más variopinto, igual pasas un puente donde parece que te vas a esparramar como Jean Claude Van Damme, que te pasas por una vía de tren.
Pasamos la "vía de tren" y afrontamos el pequeño desplome.
Nada que con brazos y alegría no se pueda pasar
Y ya para acabar un tabloncete colgado y para arriba.
Ya una vez acabada podemos optar por bajar o por ir a la parte deportiva, catalogada como K4/K5. Lo interesante de esa es un par de equipamientos que tiene en forma de bisagra y escalera al vacío.
PAPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ... vamos para allí.
Chico tu como Terminator .... Volveremos, que es parte del entrenamiento de OP. Niño bájate de ahí.
