*Artículo de Barrabés
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Técnicas de aseguramiento
El aseguramiento es uno de los componentes más importantes de la cadena de seguridad. El perfecto uso de los diferentes eslabones de la cadena resultará en un final de la escalada sin contratiempos técnicos. El mal uso de uno de ellos y tal final puede resultar problemático. No cabe duda que hemos de prestar el mismo grado de atención a todos los componentes de la cadena de seguridad. La cuerda, los mosquetones, los seguros intermedios, la reunión, etc. son elementos esenciales a la hora de establecer una seguridad perfecta.
El aseguramiento es uno de los componentes más importantes de la cadena de seguridad. El perfecto uso de los diferentes eslabones de la cadena resultará en un final de la escalada sin contratiempos técnicos. El mal uso de uno de ellos y tal final puede resultar problemático. No cabe duda que hemos de prestar el mismo grado de atención a todos los componentes de la cadena de seguridad. La cuerda, los mosquetones, los seguros intermedios, la reunión, etc. son elementos esenciales a la hora de establecer una seguridad perfecta.
Texto y fotos: José Carlos Iglesias
No obstante, cuando aseguramos a nuestro compañero, su vida se encuentra en nuestras manos. Ante una eventual caída del primero de cuerda una buena técnica de aseguramiento marcará la diferencia a la hora de proteger al escalador de un posible daño. El aparato y la técnica elegida para asegurar influirán de gran medida a reducir tal riesgo ante una eventual caída. No solamente de cara al compañero sino también de cara al impacto producido en la reunión y los seguros intermedios cuando escalamos en vías de varios largos.
Un perfecto aseguramiento puede reducir el enorme grado de energía que produce la caída del escalador. Tal energía aumentará cuanto mayor sea la distancia de caída, es simplemente una formula física. Si los seguros intermedios se hayan cercanos unos de otros la caída del escalador será menor que si la distancia entre los seguros es mayor. Un aseguramiento al arnés reducirá también el impacto de la fuerza de caída, al contrario que si aseguramos directamente a la reunión. Es simplemente una cuestión de dinamismo. Cuanto mas dinámicos sean los elementos de seguro, mayor será la energía absorbida, y por lo tanto, menor será el impacto sobre el escalador y la reunión. Los aparatos de seguro influirán de gran manera a la hora de reducir tal fuerza de impacto. Cuanto mas dinámicos, mejor.
La cuerda de escalada es dinámica, de tal manera que su estiramiento ayudará a absorber gran parte de la energía producida durante grandes fuerzas de impacto. Nunca escalaremos de primero con una cuerda estática. Sería lo mismo hacerlo con un cable de acero, no dinamismo, malo.
El principio básico de cualquier sistema y aparato de aseguramiento es el de producir rozamiento con la cuerda y de tal manera ayudarnos a parar la caída del escalador, que de otra manera sería difícil. Simplemente basta con imaginar el detener la caída del escalador aguantando la cuerda simplemente con nuestras manos, sin ningún sistema de frenado. Seria prácticamente imposible.
Aseguramiento desde el suelo
Es el empleado cuando escalamos en vías de un largo, escalada deportiva o escalada escuela. Normalmente aseguramos al escalador hasta la reunión del descuelgue y a continuación lo bajamos hasta el suelo. Otra opción es la de rapelar hasta el suelo. El descenso en rapel minimiza el desgaste del tinglado de la reunión originado cuando descendemos al compañero. Si vamos a repetir a menudo la vía en polea puede ser buena idea reforzar la reunión con cintas y mosquetones de seguro de manera que la cuerda se halla en polea a través de un par de mosquetones de seguro. De tal manera reduciremos tal efecto de desgaste sobre la cadena y tinglado de rápel.
La persona que asegura ha de situarse debajo de la línea de ascenso, en una zona plana si es posible y con la cuerda cerca de los pies. La posición de asegurador ha de ser estable, con una pierna adelantada y repartiendo el peso del cuerpo en ambas piernas. El asegurador ha de permanecer cerca de la pared cuando el escalador comience la vía. Una vez que el escalador halla pasado la cuerda por el segundo o tercer seguro el asegurador puede apartarse un poco de la pared, con el fin de poder controlar el avance del primero de cuerda. En la foto 1 observamos una buena postura de aseguramiento, con la pierna adelantada, la mano de frenado baja y prestando atención al movimiento del escalador. El asegurador ha de estar preparado para dar cuerda cuando el escalador vaya a pasar ésta por el seguro y siempre atento con el fin controlar la cuerda en caso de caída. Durante la escalada de los primeros metros del suelo el asegurador ha de prestar atención y no dar demasiada cuerda entre los primeros tres seguros, con el fin que ante una eventual caída del escalador cuando esté pasando la cuerda por el seguro, éste pueda alcanzar el suelo.
El asegurador permanecerá atento con la cuerda ni demasiado floja ni demasiado tensa, evitando distracciones que puedan afectar la seguridad del escalador. En la foto 2 observamos al asegurador asegurando de manera inadecuada, no estable, sin prestar atención al escalador, dejando demasiada cuerda floja y sin apenas mantener tensión en la cuerda de frenado. Si la diferencia de peso es notable entre los dos escaladores es necesario que el asegurador se ate a un anclaje (árbol, reunión, bloque, etc.) con el fin de evitar el ser catapultado en caso de caída del escalador.
Asegurando en polea (Top Rope)
Partiremos de la posición estable descrita anteriormente. En éste caso hemos de recoger cuerda en lugar de darla. Está claro que hemos de permanecer atentos al escalador, a pesar de que éste no escale de primero. La cuerda la llevaremos mas o menos tensa a conveniencia del escalador, sin demasiada comba y al mismo tiempo sin estar demasiado tensa. Durante los primeros metros de la vía deberemos de mantener la cuerda mas tensa de lo normal, con el fin de que el escalador no llegue al suelo en caso de caída, debido al estiramiento de la cuerda. La técnica de recogida de cuerda es importante. Siempre intentando mantener una buena posición de frenado y evitar al máximo el ángulo 0.
Plaquetas, tubos de freno y ocho
La idea es siempre mantener la mano del freno baja, en posición de bloqueo. El aparato de seguro lo ataremos al arnés mediante el empleo de un buen mosquetón de seguro. El anillo ventral del arnés es punto de anclaje mas empleado. No obstante, tal anillo puede desgastarse con el tiempo y uso y perder resistencia. Una buena opción es siempre encordarse con el otro extremo de la cuerda y pasar el mosquetón del aparato de seguro por el anillo de cuerda y el anillo ventral al mismo tiempo. De tal manera el extremo de la cuerda nunca se nos escapará de nuestro lado y al mismo tiempo disponemos de dos puntos de anclaje para atar el dispositivo de frenado (en la foto 14 observamos el aparato de seguro atado al anillo ventral del arnés y al anillo de la cuerda mediante un mosquetón de seguro).
Foto 3. Mano derecha en posición de bloqueo.
Foto 4. Traemos la mano izquierda por debajo del aparato y agarramos la cuerda.
Foto 5. Pasamos la mano derecha por encima de la izquierda para agarrar la cuerda cerca del aparato de seguro.
Foto 6. La mano izquierda la llevamos a la cuerda por encima del aparato de seguro y la mano derecha la seguimos manteniendo en posición de bloqueo.
Foto 7. Tiramos hacia abajo con la mano izquierda y hacia arriba con la mano derecha con el fin de recoger cuerda.
Rápidamente volvemos a la posición de bloqueo con la mano derecha baja (foto 3)
Repetimos la operación.
El objetivo de tal maniobra es siempre mantener la posición de bloqueo cuando recogemos cuerda y evitar el ángulo 0, carente de rozamiento y por consiguiente difícil de detener la caída del compañero. En la foto 8 vemos la posición incorrecta de mantener un ocho o plaqueta de freno con un ángulo de rozamiento cercano a 0.
Aseguramiento con nudo dinámico
El nudo dinámico lo podemos emplear tanto para asegurar al primero de cuerda como al segundo. El nudo dispone de una capacidad de frenado muy buena y es muy fácil de manejar. Hemos de disponer de un mosquetón grande curvo tipo HMS con el fin de facilitar su funcionamiento. Al contrario que las plaquetas de freno y el ocho, el nudo dinámico ha de mantener un ángulo 0 con el fin de trabajar al máximo de su capacidad.
Foto 9. Damos cuerda o recogemos cuerda manteniendo un ángulo cerrado cercano a 0 con el fin de conseguir un mayor rendimiento del nudo.
Foto 10. Posición correcta de bloqueo.
Foto 11. Posición incorrecta de bloqueo. El ángulo es demasiado abierto reduciendo la resistencia del nudo y al mismo tiempo rizando la cuerda excesivamente.
La ventaja de este sistema de seguro es que el frenado es mucho más dinámico (de ahí su nombre) que otros sistemas de aseguramiento.
Aseguramiento con el Grigri
El grigri es un buen aparato de seguro diseñado para asegurar vías deportivas o con seguros sólidos. Es fácil de bloquear, de manera automática. Su frenado es mas estático que el producido con otros aparatos de seguro. Durante el aseguramiento, sobre todo durante el proceso de descuelgue del escalador, hemos de tener la precaución de que la cuerda no se quede pinchada entre la manivela de frenado y el aparato. A la hora de dar cuerda podemos sujetar la cabeza del grigri con el dedo y rápidamente dar cuerda durante el momento de desbloqueo (foto 12).Esta operación es delicada y siempre deberemos de soltar el grigri en caso de que el escalador se caiga con el fin de que el aparato bloquee la cuerda. Otra manera de dar cuerda es tirar lentamente de ella a través del grigri. Esta técnica no funciona si la cuerda la hemos de dar rápidamente. Durante la maniobra de descenso del compañero o de recogida de cuerda en escalada en polea hemos de reposar la cuerda sobre la rebaba del aparato, con el fin de que éste repose correctamente. En la foto 13 observamos la posición correcta de bloqueo del grigri.
Aseguramiento con cuerda doble
En ocasiones será necesario asegurar con dos cuerdas, sobre todo durante escalada en pared o escalada alpina. La mejor opción es emplear para ello cualquier tipo de plaqueta de freno, tipo Reverso, ATC, tubo de freno, etc. Tales aparatos disponen de dos orificios con el fin de acoger dos cuerdas. Es preciso mantener el orden con las cuerdas para evitar nudos y contratiempos que puedan afectar el buen ritmo de la escalada. En la foto 14 observamos el aseguramiento con dos cuerda mediante el empleo de una placa tipo ATC.
Aseguramiento al cuerpo
En ocasiones podemos asegurar al compañero con la cuerda al cuerpo, sobre todo en tramos fáciles de rutas de montaña. En los principios del montañismo, y hasta no hace mucho tiempo, el aseguramiento al cuerpo era el único sistema de proteger al compañero. El principio es simple: crear el rozamiento necesario entre la cuerda y nuestro cuerpo que pueda detener al escalador. En terreno relativamente fácil es un sistema rápido de confeccionar, para salir del apuro. En zonas de nieve, aristas, trepada, esquí de montaña, etc. podemos asegurar al cuerpo siempre y cuando confiemos en que podemos detener una posible caída. Buscaremos un lugar cómodo en el cual podamos hacer alguna resistencia mediante el empleo de nuestras piernas. A continuación pasaremos la cuerda a través de nuestra espalda reteniendo la cuerda de freno con la mano derecha a la altura de nuestro costado. El rozamiento creado a través de nuestra espalda y hombro será suficiente para que la cuerda no se nos escape. Si es posible podemos crear rozamiento extra empleando objetos del terreno, como mogotes de nieve, hielo, bloques o aristas. En la foto 15 observamos un aseguramiento a la espalda empleando la nieve como punto extra de rozamiento. En otras ocasiones el asegurador podrá anclarse a un punto del terreno con el fin de conseguir una mayor estabilidad y protección.
Podemos atarnos a un bloque, al piolet, a un esquí, etc., empleando para ello la misma cuerda de escalada. En la foto 16 observamos un aseguramiento al arnés mediante el empleo de un nudo dinámico. El asegurador se halla anclado a los esquís como anclaje de seguro empleando para ello la cuerda de escalada.
Tal sistema de aseguramiento es práctico en determinadas ocasiones. Es necesario considerar las condiciones del terreno, las consecuencias de una caída y nuestras posibilidades físicas y técnicas antes de emplear tal aseguramiento con confianza.
Aseguramiento desde la reunión
En rutas de varios largos será preciso asegurar al compañero desde las respectivas reuniones. La reunión es mas cómoda si disponemos de una repisa, pero ello no siempre es posible. En ocasiones haremos uso de las reuniones ya montadas a partir de tornillos de expansión o clavos y otras veces habremos de montarlas mediante el empleo de diferentes sistemas de protección y seguro. Las reuniones han de ser sólidas, de al menos dos buenos puntos de seguro cuando empleamos anclajes químicos o parabolts. Hemos de comprobar que los tornillos están apretados y no se hallan flojos o sueltos. Al mismo tiempo comprobaremos que las cadena o chapas no se encuentran muy deterioradas o rotas. Si hemos de montar la reunión con empotradores , sistemas de expansión por levas (“friends”) o tornillos de hielo habremos de emplear un mínimo de tres puntos de seguro. Estos han de ser sólidos y triangulados con una buena cinta o cordino de reunión. Es asegurador se atará a la reunión empleando la cuerda de seguro, mediante un nudo de gaza en ocho y un ballestrinque a modo de reaseguro. A continuación nos dispondremos a asegurar al compañero.
Aseguramiento al primero de cuerda
Al primero de cuerda lo vamos a asegurar al arnés. De tal manera controlamos mejor la caída. Nuestro cuerpo disipará parte de la energía producida en la caída y de tal manera la reunión sufrirá un menor impacto. Es muy importante que el escalador coloque una pieza de seguro nada mas salir de la reunión, con el fin de evitar un factor 2 de caída y además direccionar la cuerda. En la foto 17 observamos un aseguramiento al primero de cuerda. La cuerda se ha pasado por un seguro nada mas salir de la reunión, justo por encima de ésta. Si es posible el asegurador se puede atar a un punto bajo del suelo o de la reunión con el fin de que éste se pueda izar en caso de caída del primero de cuerda. En ocasiones podremos atar la reunión con un punto bajo de anclaje para evitar tal efecto catapulta.
Aseguramiento al segundo de cuerda
Al segundo de cordada podemos asegurarlo al cuerpo o directamente a la reunión.
Aseguramiento al cuerpo. Un sistema más empleado en los EEUU que en Europa. El cuerpo disipa mas la energía de caída minimizando el impacto sobre la reunión. Hemos siempre de colocar un mosquetón de reenvio en la reunión con el fin de pasar la cuerda que va al escalador, pues de lo contrario si éste se cae el peso va a recaer directamente en nuestro arnés. En la foto 18 vemos el aseguramiento al arnés sin el empleo de un punto de reenvío. El peso del compañero recae en nuestro arnés, con la incomodidad que ello produce. Si el compañero está herido habremos de descenderlo directamente desde el arnés o izarlo realizando una maniobra de escape de la reunión. Ambas situaciones son incómodas. Por lo contrario, si colocamos un punto de reenvío en la reunión nos será mas fácil controlar la caída del compañero, incluso descenderlo o realizar una maniobra de autorrescate de fuga de la reunión. En la foto 19 observamos al escalador asegurando con la cuerda del segundo pasada por un reenvío en la reunión.
Aseguramiento directamente a la reunión. Es un sistema mas cómodo que el anterior. Para ello podemos emplear placas tipo Reverso o Gigi de frenado semiautomático, o bien grigri o nudo dinámico. Tales sistemas funcionan muy bien directamente a la reunión. El nudo dinámico es fácil de confeccionar e instalar en la reunión, como se puede apreciar en la foto 20. En lugar del nudo dinámico podemos colocar en su lugar una placa Reverso o Grigri, facilitando la maniobra de aseguramiento. Nunca aseguraremos con una placa tipo ATC o descensor ocho directamente a la reunión sin el empleo de un reenvío. Tal dispositivo genera un ángulo 0 mínimo de rozamiento, imposibilitando la parada del compañero en caso de retención o caída. En la foto 21 se puede apreciar tal empleo de la plaqueta, trabajando sin rozamiento. Por el contrario, si colocamos un reenvío en la cuerda que sale de la plaqueta y va al escalador, aplicaremos un ángulo positivo de frenado, ayudándonos a detener el peso del escalador. En la foto 22 podemos observar aseguramiento a la reunión con plaqueta y reenvío. Los dos sistemas son aceptables, siempre y cuando los realicemos correctamente. Si hemos de descender al compañero una buena opción es colocar un nudo autobloqueante por debajo de la placa de freno. De tal manera el compañero siempre permanecerá seguro incluso si perdemos el control de la cuerda. En la foto 23 observamos como descender al compañero desde la reunión. La cuerda la pasamos por un reenvio y debajo de la placa de freno colocamos un nudo autobloqueante con el fin de proteger el descenso en caso de perder el control de la cuerda.
Si hemos de emplear dos cuerdas para asegurar en una cordada de tres podremos emplear una placa Reverso o Gigi, ancladas directamente a la reunión. También podemos emplear dos nudos dinámicos realizados en mosquetones separados.
Aparatos de aseguramiento
Como hemos visto son varios los sistemas y aparatos empleados a la hora de asegurar al compañero. Hemos de emplear aquel con el cual nos encontremos mas cómodo y ofrezca una mayor seguridad. Son numerosos los manufacturados a través de los años. Algunos de ellos siguen con nosotros y otros desaparecen debido a su escaso interés. Hoy en día los mas empleados son las plaquetas tipo ATC, el Reverso y el Griri. Son cómodos, es fácil dar cuerda y rapelar con ellos. El Ocho es cómodo para rapelar pero no ofrece las mismas comodidades a la hora de asegurar. Sin decir que no es recomendado para asegurar a dos personas en una cordada de tres. Algunas plaquetas ofrecen la opción de dos tipos de rozamiento diferentes, con dos surcos en los cuales reposar la cuerda. Algunos de ellos requieren el tener que dar cuerda de manera agresiva con el fin de sobrepasar tal rozamiento. Sea cual sea el aparato elegido es preciso que nos hagamos con la idea de su funcionamiento y realizarlo de manera holgada y efectiva. En la foto 24 vemos un pequeño surtido de placas de freno. Es muy importante elegir el mas apropiado, pensando que la vida de nuestro compañero se halla en nuestras manos.
Gracias a Joanne, Jim y Thad por la ayuda con las fotos.
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